22 octubre 2015

El Comité no pretende un mayor retraso ante el Tribunal Supremo

Decíamos hace unos días que estábamos asistiendo a un debate absurdo sobre el supuesto retraso. Aunque pasados los días, habría que hacer una matización. En realidad el mencionado debate solo ha existido por nuestra parte. Porque en líneas generales la intención del Comité ha sido tergiversada, por los de siempre y solo ha quedado “que con nuestra posición lo queríamos retrasar aún más”. Si a esto le añadimos que este medio de comunicación, a través de su subdirector, claramente pedía el pasado domingo, que Sniace no abra, pues tenemos un buen panorama, que ha llevado a muchos compañeros a plantearse dudas, de porqué el Comité planteaba lo que planteaba, de cara al camino que nos quedaba por recorrer.

El columnista, utilizando unas declaraciones del gobierno, sobre la necesidad de cambiar el modelo productivo de Cantabria, equiparaba esto con salvar a Sniace. Añadía otras lindezas, y se preguntaba si “es po­sible conciliar en un discurso cohe­rente de la apuesta por el cambio de modelo, por la tecnología punta y la producción de bienes y servicios con valor añadido, por la innova­ción y el talento, por la vanguar­dia internacional del Instituto de Hidráulica, por la acogida de com­pañías punteras y el crecimiento del puerto con el arriesgado resca­te de una factoría en ruinas…” Y en base a todo esto, si no se cerraba porque era importante para Torrelavega (ósea por caridad), que se mirase si “hay alguna línea de producción que puede ser rentable con una plantilla ajustada”.

Os sonará el discurso. No es del Sr. Subdirector. Es de otros. Total, 140 puestos de trabajo y todo lo que ya sabéis, porque lo hemos venido repitiendo durante estos casi tres años. Por cierto, nadie explica esa teoría, siempre tiene que hacerlo el Comité.

Pero vamos con el asunto del Tribunal Supremo, la posición del Comité y lo ocurrido durante estos días. A ver si queda definitivamente aclarado:
El Comité entregó, el pasado jueves 15 de octubre, dos documentos firmados por nuestro asesor, sobre los que se ha trabajado desde entonces. Un tercero, que presentó la empresa, fue rechazado por este comité.
El que tomó protagonismo, fue el documento que planteaba la solicitud de aplazamiento, por dos meses, del señalamiento para votación y fallo del recurso. Esto qué quiere decir, pues que si contamos dos meses, a partir del 13 de octubre, nos vamos al 13 de diciembre, no antes. Es decir, que no nos señalaran la nueva fecha antes de ese día. En definitiva, con esto pretendíamos que no señalaran una fecha inferior a dos meses, pero que tampoco se prolongara el tiempo.

Hemos trabajado sobre este último documento, porque la empresa le aceptaba y porque los servicios jurídicos de USO en Madrid, habían comunicado por correo al comité, que sobre este documento no tenían problema, que le firmarían, siempre que USO Sniace lo aprobara. Esto es lo que hemos estado esperando todos estos días, para nada. Solo para perder esos días preciosos y cabrear más al Tribunal Supremo.

¿Qué va a suceder a partir de ahora? Pues que lo presentaremos sin su firma, y el Tribunal lo considerará, o no. Pero es muy probable que no tenga en cuenta el escrito que presentamos desde el Comité y señale su propia fecha. Y que esta resulte, que es más lejana de la que nosotros pretendíamos, o tampoco. Aunque de darse esta última situación, esperemos que tengan razón los que sostienen que la carga de trabajo del Tribunal, hace improbable que señalen una fecha inferior a esos dos meses que solicitábamos. Esperemos que así sea, porque otras supuestas imposibilidades nos hemos encontrado por el camino, que no podían suceder y al final sucedieron.
Además, si no decide sobre nuestro texto, el Tribunal evita que con posterioridad se pueda alegar. Situación que el Tribunal puede considerar una pérdida de tiempo innecesaria, por la falta de unanimidad a la hora de presentar el escrito, ya que es evidente que USO está en desacuerdo.

Como última aclaración, la solicitud de aplazamiento es, fundamentalmente, para que dé tiempo a hacer la ampliación de capital, pues aunque haya un desencuentro con la empresa, por el plan laboral, este tardará más o menos, pero nunca debería alcanzar esos dos meses que se solicitaban.