03 octubre 2014

Tres horas de reunión, para descubrir una nueva artimaña.

La conclusión es que la empresa aceptará firmar con los sindicatos UGT, SU y CCOO (que representan la mayoría en el Comité de Empresa), para validar el acuerdo laboral que propicie la reapertura de las fábricas, descartando así la unanimidad sindical exigida, siempre y cuando lo acepten los Administradores Concursales. Pero volvemos a insistir, no vendamos la piel del oso antes de cazarle, el acuerdo aún no se ha firmado. Vuelve a ser necesaria otra reunión, esta vez en el Orecla, el próximo martes. Volveremos a escuchar falsedades sobre la convocatoria a los trabajadores, por su presencia en el entorno y, puede que hasta vuelva a haber cartas de la dirección de ese sindicato quejándose, al parecer, de la presión que se estaba ejerciendo sobre sus miembros y solicitando a la empresa que garantizara su seguridad. 

Comenzó la reunión con un enfrentamiento entre empresa y USO, con motivo de esa carta que había enviado la Secretaria Regional de estos últimos. El intercambio de opiniones se alargaba de tal forma, que el resto de sindicatos tuvimos que manifestar que nosotros no estábamos allí para asistir a ese debate, sino para firmar el acuerdo. Al fin y al cabo, el comité no había actuado de distinta forma a como lo ha venido haciendo a lo largo de todos estos meses: siempre que se ha celebrado un reunión, en la fábrica o en el Orecla, han estado los trabajadores en el exterior apoyando. Sin necesidad de “cientos de llamadas convocándoles” como dicen los iluminados.
A continuación pidió el Sr. Mezquita explicaciones de los motivos de la negativa a firmar el acuerdo, ya que, según dijo, sólo conocía lo que había publicado la prensa. A duras penas pudieron responder, y más duras fueron sus penas, cuando el Presidente leyó parte del acta del 24 de julio de 2013, recordándoles que lo que ahora se niegan a firmar, lo firmaron entonces (esta acta recoge el acuerdo por el que la empresa retiraba los 340 despidos que planteaban, ya que por entonces solo pretendía reabrir Celulosa). Respondió el Sr. Sánchez que “lo hizo por la presión que suponía y para evitar los despidos”. Si no estuviéramos ante un hecho tan serio, tendríamos que reírnos… o llorar ante argumento tan miserable. Antes de ese expediente, el Comité (incluido él), había firmado otro que no contemplaba ningún despido, pero que incluía los mismos argumentos que incluye el preámbulo del acuerdo que ahora tenemos sobre la mesa. A lo largo de varias reuniones con la Administración Regional, actuando como portavoz de su sindicato, ha defendido estos argumentos como causa de la situación económica de Sniace. El 17 de junio de 2013, publicaba este sindicato en su página Web: 
  • Sin eximir de responsabilidades a los gestores de la empresa, la gestión realizada durante estos últimos 5 meses en la crisis de Sniace por dicho consejero raya la inhibición más absoluta. Este consejero ha aparecido en escena solo para repetir hasta la saciedad que el problema del céntimo verde en Sniace estaba solucionado por su Gobierno en un 80% (sin que se le caiga la cara de vergüenza ya que el alcance real es de un máximo de 16%) y que el resto del problema era una cuestión de una empresa privada… 
  • Arasti parece olvidar que Sniace es un pilar fundamental en la economía local y adquiere, por tanto, carácter sistémico en una comarca exhausta y rota socialmente. Por eso, esa actitud sostenida en el tiempo de pretender sacudirse responsabilidades y dejar a su destino a cientos de familias nos hace sostener que este político no debe permanecer en su cargo y debe ser relevado. 
¿Contradicción? ¿Defensa de otros intereses? ¿Cambio de objetivo? 

De todas formas, si admitimos la presión a que pudo estar sometido por el despido de 340 trabajadores ¿no será mayor la ejercida por la desaparición de 533 puestos de trabajo? 

En la reunión de ayer utilizaron diversas artimañas para defender su posición: comenzaron afirmando que únicamente estaban dispuestos a firmar la parte laboral, porque desconocían “el plan de viabilidad y el plan financiero”. Posteriormente, pretendieron introducir un anexo con sus motivos para no aceptar el texto completo, con una particularidad: dicha inclusión debía ser aceptada previamente, ya que no estaban en condiciones de presentar el documento hasta el lunes, pues iban a entrevistarse, antes de elaborarle, con el Juez de lo Mercantil y los Administradores Concursales. Todo esto lo proponía el Sr. Vía Iglesias, en una actitud que pretendía ser la del sindicalista de la capital, dignándose tratar con los de provincias. Olvidaba este señor, que los de pueblo también tienen su retranca y estaban descubriendo sus miserias y su desconocimiento, no sólo de la situación de Sniace, sino hasta del texto del acuerdo que había venido a discutir. 

Ni que decir tiene que, ni la Empresa ni el resto del Comité, aceptaron poner su firma en proposición tan deshonesta. Desde una perspectiva sindical, suponemos que pretendían que el Comité asumiera la responsabilidad de firmar el texto completo, mientras ellos no asumían ninguna. 

Sobre la “ocurrencia” de esa gira que van a emprender por el la Audiencia Nacional, el Juzgado de lo Mercantil, la Administración Concursal y, si hace falta, el Tribunal Supremo, poca cosa, medianamente seria, podemos decir: nosotros ya lo hemos hecho hace varios meses, cuando había que hacerlo. Lo ha hecho UGT y lo ha hecho el Comité de Empresa. Además nosotros no entendimos que la empresa se comprometiera a gestionar ninguna reunión, si no que les dijo que irían cuando quisieran. 

Con respecto al miembro de UGT, en la comisión negociadora, que no está dispuesto a suscribir el acuerdo, hemos de manifestar que: nuestro Sindicato no comparte ni los modos, ni las formas, ni el fondo de los argumentos que esgrime para no firmar. Es un asunto al que se dará la solución que corresponda, según los Estatutos del Sindicato. Pero sí queremos dejar claro que, en el momento actual, esto no es lo prioritario, el verdadero problema está en que tenemos es retrotraer los despidos, en que tenemos que conseguir que la fábrica vuela a ponerse en marcha. En este acuerdo hay cosas que nos gustan poco y otras que no nos gustan nada, lo ha dicho el comité hasta la saciedad, pero debe prevalecer la opinión mayoritaria de los trabajadores. Si actuamos pensando en lo individual, no estaríamos en la dirección correcta. UGT está dispuesta a firmar el acuerdo, no es lo mismo que no lo firme un integrante de la comisión negociadora, que no lo haga un sindicato. Tampoco está bien manipular los hechos y las palabras: hay un miembro de UGT que no está dispuesto a firmar el acuerdo, pero está presente en la mesa de negociación y ha explicado sus motivos a la Asamblea de Trabajadores, pero la Comisión Negociadora está incompleta desde hace varios meses y nadie ha ofrecido ninguna explicación, pese a que, ayer mismo, la Empresa se la pidió a USO. Sólo oímos un largo silencio. 

El acuerdo no está firmado, por ello es necesario ir todos a Santander, como siempre y, como acordó la asamblea. Organizaremos el viaje en tren y comunicaremos la hora cuando la conozcamos. Sigue siendo necesaria vuestra presencia.