17 septiembre 2014

Avanzamos hacia el acuerdo, pero aún quedan escollos importantes.

Pese a que algunos medios han recogido alguna de las explicaciones dadas por el comité, como siempre hay otra versión diferente circulando por ahí, que procura desvirtuar la situación. Por eso, aunque con cierto retraso, queremos hacer alguna puntualización, para que todos los trabajadores tengan claro dónde están los avances y dónde residen las dificultades que podemos encontrar en la reunión, ya convocada para hoy miércoles día 17 a las 20 horas, en Burgos.

Para que no vuelva a ocurrir lo mismo que la semana pasada, y evitar la incertidumbre sobre la hora de la asamblea, y teniendo en cuenta que también volveremos muy tarde, esta vez ya convocamos la asamblea para el día siguiente jueves 18 a las 10:30. 

Antes de iniciar el viaje hacia Burgos, se celebrará una reunión del Comité de Empresa, con el objeto de que éste autorice, o de un voto de confianza a la Comisión Negociadora, sobre la estrategia a seguir: como ya sabéis, en la última reunión de Madrid se reconoció la posibilidad de tener que presentar el recurso ante el Tribunal Supremo, para evitar que la sentencia de la Audiencia Nacional sea definitiva, antes de la Junta de Acreedores, pero el comité, puso una condición previa: el acuerdo laboral deberá estar firmado, antes de la presentación del recurso. Por lo tanto, el acuerdo debería estar firmado antes del día 24 de septiembre, fecha en la que concluye el plazo para recurrir la sentencia de la Audiencia Nacional que declaró legales los despidos. Como es evidente, desconocemos el momento en que se pueda producir, de ahí la importancia de que el Pleno del Comité, otorgue ese voto de confianza para que, si se alcanzara el acuerdo en el último minuto, pueda ser presentado el recurso, no sólo por decisión de la comisión negociadora, sino de la totalidad de la representación de los trabajadores.

Pero volvamos a la reunión de Madrid. Buena parte de la misma se dedicó a cotejar las correcciones presentadas al texto de la empresa: las nuestras, que se había presentado hacía más de una semana, y las de USO que presentaron la víspera de la reunión. Por cierto, estas últimas (las de USO), no entran mucho en cuestiones laborales, que es precisamente donde persisten todavía las dificultades y el desacuerdo con la empresa.

La empresa comenzó con una fuerte oposición a la parte inicial del texto que presentaba este sindicato. Dentro del capítulo “Antecedentes y exposición de Motivos”, donde la empresa da su versión de lo sucedido, y expone los motivos que han llevado a la actual situación de Sniace. Este párrafo no deja de ser, en el fondo, más que una introducción, en comparación con el resto del documento, que es donde está lo serio para los trabajadores. ¿Significa esto que no lo consideremos importante? Por supuesto que no, de hecho en alguno de los párrafos iniciales hay correcciones de calado, que la empresa no acepta y nosotros tampoco. Una de ellas lleva a la empresa a sostener que si el acuerdo “no iba a ser rubricado por todos los sindicatos representados en la empresa, no continuaba la reunión para alcanzarle”. Hay que decir que al comité tampoco “le iba mucho” que no firmaran todos. Esta posibilidad, tampoco es gratuita, pleitos aparte, en el texto del comité ya dejábamos claro que quien no firme el acuerdo, quedaría al margen de la comisión de seguimiento. 

La exigencia de la empresa, según manifestó, no obedece a ningún principio legal, sino a una decisión empresarial  “de cara a las garantías que un plan laboral debe contener para aportar confianza al inversor que pudiera entrar en la empresa”. Abundando en el razonamiento, afirmaron que no era cuestionable, ya que “el plan debe asegurar al inversor, una paz social de futuro, con la garantía de que todos los sindicatos están de acuerdo en lo firmado”. La necesidad de la unanimidad, la utilización del argumento del futuro inversor y la relación que establece la empresa con la generación de una paz social durante varios años, volvería a mencionarlo el Sr. Mezquita alguna otra ocasión. 

Dicha condición puede ser razonable para nosotros: si estamos de acuerdo en el texto final, no tendríamos ningún inconveniente en cumplir por nuestra parte. Por tanto no se cuestionó mucho este extremo desde las filas del comité.

La entrada ya había sido fuerte por parte de la representación de la empresa, dirigido de manera especial hacia el representante de USO. La intervención del Sr. Novoa, que como siempre venía de catedrático, pero esta vez mostrando su lado “hooligan”, descalificaba a los abogados del comité. Tampoco disminuyó su intensidad cuando tocó el siguiente párrafo, en el que la corrección de USO hace desaparecer o al menos difumina, diez meses de negociación. El texto de la empresa dice: “Que pese a que el periodo de consultas reglamentario del Expediente de Regulación de Empleo, había finalizó sin acuerdo, la mesa de negociación ha SEGUIDO CONSTITUIDA DE FACTO”. Y los magos de la unión sindical, dicen que lo sustituyen por: “INTENTADO SEGUIR negociando… Manda narices, con los “caminos” que ellos han utilizado para no perderse ni una de las reuniones que con tanto esfuerzo y conseguíamos los demás, llegando a exigir su derecho a participar en un comité que voluntariamente habían abandonado y al que habían insultado. ¡Que desvergüenza!

Con esto, como ya iréis entendiendo, lo que pretenden es borrar la huella del trabajo y la buena gestión de los demás. También eliminaban por completo, el párrafo que trata de lo relacionado con la Audiencia Nacional, que justifica todo este encaje de bolillos que representa retrotraer los despidos de los trabajadores de Sniace y que decía lo siguiente: “En el marco de esas negociaciones, las partes intervinientes sometieron al criterio de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, la posibilidad de alcanzar acuerdos colectivos de resolución del conflicto, lo que fue confirmado por dicho Órgano Judicial, en el sentido de que era viable conforme al criterio que en la práctica viene aplicando, alcanzar dicho acuerdo, que tendría el valor y alcance de sustitutivo del contenido del acta final del periodo de consultas.” Esto llevo a la empresa a anunciar, que no se retiraría bajo ningún pretexto del texto, ya que “jurídicamente era necesario para la viabilidad del acuerdo”. De hecho, anunció que en el nuevo texto que se redactará con las correcciones, harían alguna modificación al respecto, para que no quede duda sobre estos aspectos.

Esto fue la causa del atascamiento al principio de la reunión, y no como dicen en su hoja parroquial: “la negativa de Sniace a retirar del borrador las cuestiones extra laborales “ 

Con respecto a las recalificaciones, todos los sindicatos coincidíamos inicialmente en su retirada. Finalmente quedó solventado, para el comité, con el compromiso por parte de la empresa de una nueva redacción, en la que quede claro, que esto forma parte de una negociación que han tenido con las diferentes administraciones municipales desde hace años. Si la nueva redacción es correcta, no tendríamos inconveniente en aceptar su inclusión. El argumento de la empresa, una vez más, es la garantía hacia el posible inversor.

Y llegamos a lo importante, a la letra dura y a las diferencias que aún perduran con la empresa: a la parte que contempla la rebaja salarial, el nuevo convenio, los aspectos que afectan a los trabajadores de Viscocel y algunas otras cosas. Condiciones que como hemos dicho siempre, son extremadamente duras para los trabajadores. De los diferentes apartados, hay acuerdo en las jubilaciones y en el salario social; hay desencuentro en la duración del nuevo convenio; en las subidas salariales futuras; en los recortes que pretenden en Viscocel y en la petición que hacemos para los que se acogen a las indemnizaciones. Son aspectos que puede resultar clave cómo se pacten y cómo se redacten.

A la espera de alguna matización, se encuentra la bolsa de trabajo, en la que se integrarían todos los relevistas que han finalizado su contrato ya que, sería solo “para ellos”. Esto les garantiza el ingreso en Sniace, en exclusividad durante algunos años, ya que estará vetado el ingreso a terceros, en sus categorías, hasta que ellos tengan un contrato fijo. Circunstancia que no pareció gustar al Sr. Presidente, quien demagógicamente argumentaba que el resto de ciudadanos de Torrelavega y alrededores, deberían tener derecho a trabajar en un futuro en Sniace. Por lo que sostenía, que había que dar una vuelta y redactar de otra forma la duración de la bolsa. Estas discusiones y la relación existente con la plantilla objetivo, que la empresa se niega a reconocer, ocasionó una fuerte discusión, lo que provocó “la segunda amenaza de la empresa de abandono de la reunión”.

Para hacerse una idea del alcance de la bolsa, a corto plazo, es decir hasta finales del año que viene, afectaría a unos veinte trabajadores, aunque alguno de estos tendría que ser contratado de inicio, para sustituir la baja de otros relevistas que ya han manifestado que no desean volver a Sniace.

Esperamos haber contribuido a clarificar dónde estuvieron y dónde están los problemas, PORQUE PARA QUE LA FIRME SE PRODUZCA, DEBERÁ SER APROBADA POR LOS TRABAJADORES.